top of page

SISTEMA NERVIOSO Y SU RELACION CON LA ANSIEDAD

  • Foto del escritor: Iara Martínez de Oliveira
    Iara Martínez de Oliveira
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura

El sistema nervioso es una red compleja que coordina las funciones del cuerpo y transmite señales entre el cerebro, la médula espinal y el resto del organismo. Dentro del sistema nervioso, el sistema nervioso autónomo (SNA) regula las funciones involuntarias, como la respiración, la digestión, los latidos del corazón y las respuestas al estrés. El SNA se divide en dos partes principales:

 

1. Sistema nervioso simpático: Prepara el cuerpo para situaciones de "lucha o huida" aumentando la frecuencia cardíaca, dilatando las pupilas y liberando energía.

2. Sistema nervioso parasimpático: Promueve la "descanso y digestión," reduciendo la frecuencia cardíaca y fomentando estados de calma.

 

Relación con la ansiedad: La ansiedad está estrechamente relacionada con el sistema nervioso autónomo, especialmente con el sistema simpático. En situaciones de ansiedad, el sistema simpático puede activarse excesivamente, desencadenando una respuesta de "lucha o huida" incluso en ausencia de un peligro real. Esto provoca síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, respiración acelerada y tensión muscular. El sistema parasimpático, que debería equilibrar esta respuesta, puede tener dificultades para calmar al cuerpo cuando la ansiedad es persistente.

 

Las principales diferencias entre el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático radican en las funciones que cumplen y cómo preparan al cuerpo para diferentes estados. Aquí tienes un resumen:


 

Mientras el sistema simpático actúa como un "acelerador" en situaciones que requieren energía rápida, el parasimpático funciona como un "freno" que ayuda a recuperar la calma y la energía.


MODO SUPERVIVENCIA

Es un estado mental en el que todas tus energías, toda tu atención y recursos se enfocan en cubrir necesidades básicas y gestionar crisis inmediatas.Implica un estado constante de alerta y estrés, en el cual cuerpo y mente se perciben en peligro continuo, y se preparan en todo momento para enfrentar una posible amenaza constante.

Al estar constantemente en "modo escáner de peligro", nuestra mirada se va oscureciendo, y comenzamos a percibir amenazas en cosas cada vez más pequeñas, lo que genera un malestar constante con uno mismo (muchas veces ese "peligro" lo vemos en nosotros, ya que fuera no lo hemos encontrado, y la mente no lleva bien dejar "cosas abiertas") y también con el mundo que nos rodea.De este modo, cada vez prestamos menos atención a lo neutro o positivo y buscamos de forma constante "eso que va mal", lo que deteriora profundamente el estado anímico de la persona.

Corporalmente, el efecto también es devastador. Estar todo el tiempo en alerta implica un gran gasto de energía, la cual debe salir de algún lado, por lo que otras funciones y sistemas del cuerpo terminan por no funcionar correctamente.

El cuerpo no está preparado para mantenerse todo el tiempo con el sistema nervioso simpático activado.Este es el sistema que se activa ante un peligro: el que nos permite la respuesta de lucha, huida, parálisis o seducción. Permite dar una respuesta rápida ante un peligro inminente (ya sea real o percibido).Es útil que se active ante una situación concreta para poder resolverla, pero no de forma permanente.

El sistema nervioso simpático hiperactivado mantiene el cuerpo y la mente en constante estado de alerta y estrés.


¿CÓMO AYUDO A MI SISTEMA NERVIOSO A REGULARSE?

Activando el sistema contrario: el sistema nervioso parasimpático (SNP).Estos dos sistemas funcionan como un “sistema de ascensor”: si uno sube, el otro baja. No suelen estar activos al mismo tiempo; cuando uno se activa, el otro se desactiva.

El SNP se activa en momentos de calma y seguridad, facilitando así la recuperación, el mantenimiento de las funciones corporales básicas y aumentando el contacto con sensaciones positivas.

Activar el SNP ayuda a reducir ese estado de alerta constante, permite redistribuir mejor la energía del cuerpo, posibilita regular lo que hasta ahora no podía regularse (debido a la activación del SNS), reduce el "escáner de peligro" y mejora la visión que tenemos del mundo y de nosotros mismos.

Al no estar tan centrados en lo inmediato y en la supervivencia, podemos descansar, hacer espacio interno y comenzar a valorar aspectos no urgentes, como lo que necesitamos emocionalmente, lo que queremos para nosotros o incluso lo que nos apetece o deseamos.

Cuanto más activamos el SNP, más nos “desintoxicamos” de la hiperactivación del SNS y sus efectos.

ree

 
 
 

Comentarios


bottom of page