Psicocuestiones Frikis con Harry Potter: La Indefensión Aprendida y la Evolución de Neville Longbottom
- Iara Martínez de Oliveira
- 10 jun
- 4 Min. de lectura
La teoría de la indefensión aprendida, propuesta por Martin Seligman, explica cómo una persona que ha experimentado repetidos fracasos o situaciones en las que no puede influir en su entorno puede desarrollar una sensación de impotencia.
Como consecuencia, deja de intentar cambiar su realidad, incluso cuando las circunstancias mejoran y podría hacerlo.
Este fenómeno se refleja en la evolución de Neville Longbottom, un personaje de la saga Harry Potter, que al inicio de la saga muestra mucha inseguridad y duda de sus propias capacidades, pero con el tiempo rompe ese patrón y descubre su verdadera fortaleza.
Los inicios de Neville: inseguridad y sumisión
Desde su introducción en Harry Potter y la piedra filosofal, Neville es percibido como un mago poco habilidoso, torpe y propenso a los errores.
Su historia personal está marcada por el sufrimiento: sus padres, destacados aurores, fueron torturados hasta la locura por seguidores de Voldemort, lo que lo dejó al cuidado de su abuela, una figura severa que constantemente aunque lo quiere con locura, lo compara constantemente con sus padres y le exige más de lo que él cree poder dar. Algo bastante repetido en la familia de Neville.
Desde que nació fue sometido a pruebas para ver si era squib (de ascendencia mágica pero sin magia) o era un mago, llegando a extremos muy peligrosos para el niño, dando el mensaje de “solo tienes lugar si eres mago” con lo que la presión de ser bueno en algo está constantemente en él.
En Hogwarts, se convierte en objeto de burlas por parte de compañeros y profesores como Snape, quien menosprecia su desempeño. Todo esto refuerza en él la idea de que no es lo suficientemente fuerte o capaz, llevándolo a una actitud pasiva ante los desafíos.
Desde la perspectiva de la indefensión aprendida, Neville ha internalizado el mensaje de que sus esfuerzos son inútiles y que el fracaso es inevitable. En consecuencia, evita tomar iniciativas que impliquen riesgo o responsabilidad.
Sin embargo, su historia no queda estancada en ese punto.
El punto de inflexión: la reconstrucción de la confianza
A medida que avanza la historia, Neville comienza a tener pequeñas victorias que lo motivan a desafiar su percepción de sí mismo.
Un momento crucial ocurre en su tercer año, cuando enfrenta su boggart, una criatura que adopta la forma de aquello que más teme. Para Neville, el boggart se transforma en el profesor Snape, lo que refleja el impacto psicológico que ha tenido sobre él la constante sensación de incompetencia. Guiado por el profesor Lupin y alentado por sus compañeros, Neville logra conjurar un hechizo con éxito, convirtiendo la imagen de Snape en algo ridículo. Este evento es significativo porque le demuestra que, con apoyo y determinación, puede superar sus miedos.
A lo largo de los años, su participación en el Ejército de Dumbledore refuerza su crecimiento. Aprende defensa contra las artes oscuras, se enfrenta a situaciones de peligro real y gana confianza en sus habilidades.
Su papel en la rebelión estudiantil y su liderazgo en ausencia de Harry son pruebas de que su transformación es completa.
La culminación de su evolución: la batalla de Hogwarts
En la batalla final contra Voldemort, Neville se convierte en un líder inesperado, organizando la resistencia dentro de Hogwarts y enfrentando a los mortífagos con valentía.
Su momento decisivo llega cuando, desafiando al propio Voldemort, destruye a Nagini, la serpiente que fungía como uno de los últimos horrocruxes.
Este acto no solo demuestra su crecimiento, sino que tiene un impacto directo en la derrota del villano, confirmando que Neville es, sin duda, un héroe.
Lecciones de la transformación de Neville
La historia de Neville Longbottom ilustra cómo la indefensión aprendida no es un destino inevitable. Con apoyo adecuado, experiencias fortalecedoras y la voluntad de desafiar creencias limitantes, es posible superar la sensación de impotencia y desarrollar confianza en uno mismo.
Su evolución demuestra que la valentía no es innata, sino que se construye a través de la experiencia, el esfuerzo y la convicción de que el cambio es posible.
Neville nos recuerda que el verdadero poder no radica en la ausencia de miedo, sino en la capacidad de enfrentarlo y superarlo. Su historia es un testimonio de que incluso aquellos que han sido considerados débiles pueden convertirse en símbolos de resistencia y esperanza.
Desde su infancia, Neville es visto como un mago poco talentoso, sufre burlas y recibe constantes correcciones por parte de profesores y compañeros. Estas experiencias refuerzan en él la sensación de no ser lo suficientemente fuerte o competente.
Sin embargo, su desarrollo demuestra cómo es posible romper con la indefensión aprendida. A medida que enfrenta retos y encuentra apoyo en su entorno, Neville comienza a descubrir su valentía y habilidades. En su tercer año, se enfrenta a su boggart y, con ayuda, logra superarlo; más adelante, se une al Ejército de Dumbledore, aprende defensa contra las artes oscuras y demuestra su compromiso con la lucha contra Voldemort en la batalla de Hogwarts, su transformación culmina cuando, con determinación, destruye Nagini, un acto crucial en la derrota del villano.
Neville Longbottom ejemplifica cómo, a pesar de haber interiorizado la creencia de ser incapaz, la experiencia y el apoyo adecuado pueden transformar esa percepción. Su historia refleja que la indefensión aprendida no es irreversible y que, con perseverancia, es posible construir seguridad y confianza en uno mismo.
Su arco de desarrollo nos recuerda que la fuerza no siempre radica en el talento innato, sino en la capacidad de seguir adelante a pesar de los miedos y las dificultades.

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