Algunos de nuestros hábitos no son actualmente lo mejor para poder cuidarnos.
Pueden estar más o menos arraigados en mÃ, y hacer un cambio en ellos puede ser fácil o más costoso. Cambiar algo en nosotros abre nuevos espacios y nuevos caminos.
¿Cómo empiezo pues? Pasito a pasito. Con pequeños movimientos conectados con mi necesidad y mi momento, respirando y observando las distintas sensaciones que me provoca.
Todo cambio requiere ponerle energÃa, sin embargo mantenerme en un patrón que ahora no me sirve también implica un gasto de energÃa que no va a ningún sitio que sea bueno para mà en este momento.
Prueba a empezar proponiéndote estos pequeños movimientos, concretos, y realizables.
Identifica lo que quieres cambiar en tu rutina, haz tus metas ultra especÃficas y alcanzables, divÃdela en partes, y empieza a practicar.
¿Qué pequeño cambio puedo hacer en dirección a eso que siento que me va bien ahora? ¿Cómo lo puedo concretar?
¿Cómo me siento cuando lo hago?¿necesito hacerle algún cambio?